Servicio de Protección Radiológica

Radiaciones UGR

 

El Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada tiene como misiones fundamentales el asesoramiento para la prevención de riesgos derivados del uso de radiaciones ionizantes en nuestra Universidad, así como la vigilancia en el cumplimiento de las normas legales vigentes en esta materia por parte de la comunidad universitaria.

 

 

 


La normativa legal vigente establece, muy claramente, que las responsabilidades específicas inherentes a cada práctica y a cada instalación radiactiva recaen en los gestores responsables de las mismas (Supervisor responsable, supervisores y operadores). No obstante, la ley establece también que, en último extremo, el responsable último de las instalaciones es el “explotador” (persona natural o jurídica propietaria de la instalación) que en nuestro caso es la UGR y por tanto la Rectora. Es, por ello, responsabilidad de la Rectora velar por el cumplimiento de las normas de protección radiológica en la Universidad, en general, y en las instalaciones radiactivas en particular. En este contexto el Servicio de Protección Radiológica se configura como el órgano asesor nombrado por el Rectorado para velar por el cumplimiento de sus obligaciones en esta materia. A fin de dar cumplimiento a esta misión, el Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada realiza los cometidos siguientes:

  1. Asesoramiento técnico y legal, en materia de protección radiológica, para cualquier uso de Radiaciones Ionizantes (RI) en la Universidad.
  2. Inspección periódica del cumplimiento de las normas de protección Radiológica en las Instalaciones Radiactivas de la UGR (mínimo anualmente y siempre que haya sospecha de incumplimiento o accidente en alguna de ellas).
  3. Inspección periódica (y ocasional cuando haga falta) de los aparatos productores de radiaciones ionizantes en al UGR homologados por el CSN y que por ello no constituyen una instalación radiactiva, siempre y cuando mantengan las condiciones iniciales de homologación, como entre otras la ausencia de irradiación al exterior de los mismos (microscopios electrónicos, difractómetros de Rayos X, Control de bultos por RX).
  4. Gestión administrativa, comprobación y supervisión de la retirada de residuos radiactivos de la UGR por ENRESA.
  5. Supervisión de la gestión autorizada de los residuos radiactivos en las II.RR. de la UGR por desclasificación (autorizada por el CSN).
  6. Vigilancia del cumplimiento con su misión de las Unidades Técnicas de Protección Radiológica (UTPR) contratadas por la Universidad de Granada en cumplimiento de la legislación vigente (Odontología e IMUDS).
  7. Vigilancia dosimétrica (personal y de área) de los trabajadores profesionalmente expuestos a radiaciones ionizantes en la UGR y facilitación de su implantación en las instalaciones radiactivas mediante su contratación administrativa común y asunción del coste de la misma.
  8. Formación e información para personal de la Universidad (investigadores, alumnos en prácticas, personal de limpieza, de conserjería, etc).

Juan Villalba Moreno. Director Servicio de Protección Radiológica y Profesor titular del Departamento de Radiología y Medicina Física de la UGR

  • Teléfonos: 958240988 | 958 244246 | 77232

  • Correo electrónico: @email

  • Facultad de Odontología (Despacho: Dirección del SPR y Departamento de Radiología)
     

Rachid Chahboun. Técnico del Servicio de Protección Radiológica de la UGR y Profesor titular del Departamento de Química Orgánica la UGR

  • Teléfonos: 958 240034 | 958 244022

  • Correo electrónico: spr@ugr.es | rachid@ugr.es

  • Instalación Radiactiva de la Facultad de Ciencias

Para Contacto, solicitudes o notificaciones dirigirse a spr@ugr.es o a la ubicación relacionada que proceda según la naturaleza de las mismas.

Instalación nº 1

Nombre

Instalación Radiactiva de la Facultad de Ciencias

Referencias

(IR/GR-04/73) e (IRA/0130)

Emplazamiento

Facultad de Ciencias

Categoría:

2

Supervisor Responsable PR:

Rachid Chahboun (Incluye a la instalación de Rayos X

de Restauración de pinturas del departamento de Pintura de la UGR.)

Director:

Luis Rodrigo Rodriguez Simón

Instalación nº 2

Nombre

Instalación Radiactiva de la Facultad de Farmacia (Radiofarmacia)

Referencias

(IR/GR-64/95) e (IRA-2167)

Emplazamiento

Facultad de Farmacia

Categoría:

2

Supervisor Responsable PR:

Francisco José Pérez Jiménez (958240606)

Director:

Antonio Matilla Hernandez.

Instalación nº 3

Nombre

Instalación Radiactiva del Centro de Investigación Biomédica (CIBM)

Referencias

(IR/GR-057/08) e (IRA/2947)

Emplazamiento

Centro de Investigación Biomédica (CIBM)

Categoría:

2

Supervisor Responsable PR:

Francisco José Pérez Jiménez (958240606)

Director:

Jesús Joaquín Peñalver.

Instalación nº 4

Nombre

Laboratorio de Análisis Radiactivo(LAR)

Referencias

(IR/GR-049/99) e (IRA/2401)

Emplazamiento

Centro de Instrumentación Científica

Categoría:

3

Supervisor Responsable PR:

Hoda Khaldy.

Instalación nº 5

Nombre

 Unidad de Difracción de Rayos X

Referencias

(IR/GR-054/04) e (IRA/2709)

Emplazamiento

Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra

Instalación nº 6

Nombre

Instalación de Rayos X de diagnóstico odontológico de la Facultad de Odontología.

Emplazamiento

Colegio Máximo Campus de Cartuja

Operador y Técnico PR:

Pedro Valentín Gómez Megías.

Director:

Juan de Dios López Gonzales Garrido.

Instalación nº 7

Nombre

Instalación de densitometría ósea (Rayos X) del IMUDS (Facultad de Ciencias del Deporte).

Emplazamiento

IMUDS C/Mendez Pelayo 32 18016 PTS Granada. 

Investigador usual:

Jonatan Ruiz Ruiz

Director:

 Manuel Castillo Garzón (Dto Fisiología)

 

 

RIESGOS PARA LA SALUD DE LA NUEVA GENERACIÓN DE TELEFONÍA MÓVIL 5G:

La nueva tecnología en telecomunicaciones 5G es una nueva forma de gestión de las telecomunicaciones que agiliza las transmisiones y permite el uso simultáneo de mucha más información e inmediatez de la misma, lo que permitirá en el futuro una serie de ventajas y aplicaciones hasta hoy desconocidas en nuestra vida diaria. Pero ¿Qué consecuencias tendrá sobre la salud de las personas?. Para responder a esta pregunta hemos de hacer una serie de consideraciones:

  1. La tecnología 5G: Su principal innovación y desarrollo está en la gestión interna de la información, mucho más eficaz, que entre otras cosas, concentra toda su trasferencia de datos (y radiación) en el usuario y respetando más el medio ambiente, de forma que con el uso y volumen actual de comunicaciones, no solo NO habría más potencia electromagnética en el aire (ambiente), si no que se reduciría.
  2. Se utilizará conjuntamente con las frecuencias de la actual 4G, y para mejorar sus prestaciones de focalización y concentración de energía, amplía su espectro a frecuencias mayores, actualmente utilizadas para la Televisión Digital Terrestre (TDT). De hecho, en un futuro cercano, la TDT tendrá que variar de nuevo sus frecuencias para dejar paso al 5G sin interferencias,obligando de nuevo a resintonizar nuestros televisores. Por esto, y hablando llanamente, las radiaciones que utiliza el sistema 5G son radiaciones que ya estamos recibiendo y utilizando diariamente, NO son un tipo de radiación nuevaa las que no estemos acostumbrados o con otros efectos nuevos o diferentes para la salud.
  3. Está demostrado científicamente, en miles de trabajos científicos y publicaciones de organismos internacionales, que las radiaciones electromagnéticas que se utilizan para telecomunicaciones en todo su espectro (radiaciones no ionizantes), NO son perjudiciales para la salud si se usan a bajos niveles (ej. “Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas”, OMS 2006). Sólo si se superan determinados umbrales podrían tener efectos en la salud debido a sus efectos térmicos (las radiaciones que utilizamos en un horno microondas son de este tipo de radiaciones, pero utilizando enormes potencias). Por ello, para preservar el medioambiente, la legislación europea y española (REAL DECRETO 1066/2001, de 28-09-2001) y diversos organismos Internacionales, recogen normas que imponen límites de potencia en aire. Por debajo de estos límites está demostrada la ausencia de cualquier repercusión neurológica, térmica o de otro tipo para la salud de los individuos que estén expuestos. 
  4. En la actualidad, los niveles de potencia reales en el aire, achacables a la ondas de telefonía móvil, son muy inferiores a los niveles de potencia originados por Radio y Televisión, e incluso miles de veces inferiores a los limites anteriormente comentados en el punto 3º. 
  5. Podría asumirse que con el desarrollo de las aplicaciones prácticas de la tecnología 5G su uso se incremente. Sin embargo, el aumento de la potencia electromagnética puesta en aire asociada a este incremento no lo hará proporcionalmente debido a las razones de eficiencia expuestas en el punto 1º, y siendo el margen de aumento de potencia en aire permisible disponible muy grande.
  6. Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible impacto sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de 2020, la OMS concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de manifiesto que la implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022 se espera la publicación de un nuevo informe de este organismo sobre los efectos de la exposición a radiofrecuencias.  

Por todo lo expuesto, y pendientes siempre de lo que nos pueda transmitir la OMS, podemos concluir que: 1) con el conocimiento actual, el nuevo sistema de tecnología 5G no perjudica la salud, e incluso reduce el riesgo al utilizar menos energía dispersa en el ambiente (potencia puesta en el aire) para transportar una misma información;2) el 5G no conlleva la aparición de radiaciones nuevas peligrosas para la salud, si no que utiliza las que ya hay; y 3) a pesar de su mayor eficiencia en la transmisión de datos que el 4G, y precisamente por ello, esta tecnología5G, es previsible que abra la puerta a nuevas utilidades con el consiguiente aumento de flujo transmisión de datos, lo que hace prever un aumento de potencia puesta en airede este tipo de ondas. Por ese motivo, las autoridades competentes deberán de realizar una labor de vigilancia de los niveles de radiación ambiental para garantizar que se mantengan en todo momento por debajo de los niveleslegalmente establecidos.

Dr. Juan Villalba Moreno. 

Profesor Titular de Radiología (área Física Médica).

Experto en Protección Radiológica por la Universidad Complutense de Madrid y por el CIEMAT.

Jefe de Protección Radiológica por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Director del Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada.

RADIACIONES CON LAS QUE CONVIVIMOS Y SALUD

Antes de entrar en evaluar los riesgos, que para nuestra salud se derivan, de la exposición a distintos tipos de Radiaciones a que nos vemos expuestos en nuestro quehacer diario, hemos de hacer antes una reflexión acerca de las radiaciones y el medio ambiente. 

Las radiaciones son una forma de propagación de energía que agrupa varios tipos de fenómenos que tienen propiedades diferentes, y por lo tanto ejercen diferentes efectos cuando interaccionan con los medios materiales.  Existen muchos tipos de radiaciones y todas ellas forman parte de la naturaleza, como lo forma la materia, el agua o el aire, etc, y por ello están presentes en todo momento en nuestro entorno. Las radiaciones nos rodean por todas partes y proceden de la tierra, del sol, del cosmos y en general de cualquier cuerpo que esté a una temperatura superior a -273ºC (0ºK) (nosotros mismos emitimos continuamente radiación electromagnética perteneciente al espectro infrarrojo), y tienen como denominador común que son invisibles y solo una porción muy pequeña de ellas las podemos detectar directamente con nuestros sentidos, es la Luz visible, y al igual que es incuestionable que nos es utilísima y la necesitamos para nuestra vida, también lo es que,  tomada en exceso esta radiación (luz visible) también puede ser perjudicial para nuestra salud (pensad que pasa si se toma en exceso el sol en la playa en el mes de agosto sin protección...).  Análogamente todas las radiaciones naturales que nos rodean, y que están en muy bajo nivel en nuestro medio ambiente, aunque nosotros no las detectemos con nuestros sentidos, el cuerpo humano está adaptado a ellas (incluidas las peligrosas ionizantes) e incluso algunas de ellas nos son imprescindibles para el desarrollo de nuestra vida (pensad en el papel fotoquímico de la radiación ultravioleta para la formación de la vitamina D). El problema se presenta cuando artificialmente aumentamos y alteramos los niveles de radiación ambiental, con alguno de los tipos de radiación existentes, por encima de ciertos valores, y es entonces cuando pueden ocurrir o aumentar los posibles efectos nocivos para nuestra salud.

Hechas estas reflexiones, repasemos cuales pueden ser esas radiaciones artificialmente emitidas con las que convivimos en nuestro día a día en nuestra sociedad actual.

Las radiaciones más frecuentes a las que nos exponemos diariamente son las ondas electromagnéticas de baja frecuencia que pertenecen al tipo de radiación denominado Radiación no ionizante, son las radiaciones electromagnéticas de menor energía fotónica, con las que convivimos diariamente, que son producidas artificialmente, y que se suman a las ya existentes del mismo tipo en el ambiente natural, son las llamadas Ondas de Radiofrecuencia. Estas ondas se emplean para la telefonía móvil, para las emisiones de radio y televisión, pero también las producimos en nuestro propio hogar einundan nuestra casa como las emisiones Wifi, bluetooth, etc.

El riesgo, que para la salud representan estas radiaciones, ha sido muy estudiado a nivel científico y hay miles de artículos científicos (de laboratorio y epidemiológicos) dedicados a ellas. Está científicamente aceptado que los únicos efectos demostrados, y que pueden ser perjudiciales para la salud, son sus efecto de origen TÉRMICO, estos efectos son dependientes de la cantidad de radiación recibida, y por ello las medidas de protección pasan por no exponerse a estas radiaciones por encima de ciertos niveles que se ha demostrado que pueden llegar a producir elevaciones de temperatura que den lugar a efectos biológicos de origen térmicoapreciables  (abalado por  publicaciones y recomendaciones como: “Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas”, OMS 2006). Las normas y recomendaciones internacionales indican que estos límites sean entre 10 y 100 veces inferiores a los límites correspondientes que se ha demostrado experimentalmente que pueden producir alteraciones biológicas, y así lo recoge la Legislación Española (Real Decreto 1066/2001, de 28-09-2001). No obstante, a pesar de las evidencias epidemiológicas, en el mundo científico se siguen haciendo estudios de laboratorio para averiguar si a niveles subtérmicos se pudieran conseguir alteraciones moleculares que puedan inducir algún tipo de efecto biológico. En este sentido hay que estar siempre atentos a lo que las autoridades en la materia nos puedan indicar en el futuro (en especial la OMS).

A pesar de bulos y creencias, difundidas periodísticamente y en redes sociales, basadas en creencias no contrastadas, sin base científica real, que adjudican a estas radiaciones multitud de efectos adversos (incluidos cánceres), lo cierto es que, a niveles bajos (sub-térmicos)como son los utilizados en la actualidad no hay ninguna evidencia científica que produzcan tales efectos, y lo único que se recomienda es no exponerse a estas radiaciones en demasía para estar seguro de no alcanzar los referidos límites de efectos térmicos.

Dentro de este capítulo hay que destacar algunos aspectos de la telefonía móvil, de la que hay muchas veces mucho desconocimiento. En primer lugar, pese al abundante número de antenas existentes, estas antenas no son peligrosas para la salud, ya que emiten con mucha menos potencia que las que se utilizan para Radio y TV, y las radiaciones que producen disminuyen según el cuadrado de la distancia (ley del inverso del cuadrado de la distancia o Ley de Keppler) (ej. Si nos situamos a 100 m de una antena recibiremos 10.000 veces menos radiación (100x100= 10.000) que si nos ponemos a 1 metro de ella)y se necesitan tantas antenas, porque han de recibir las ondas procedentes de nuestros teléfonos móviles (celulares) que emiten con una potencia y alcance limitado, por ello las antenas no necesitan emitir mucha potencia y tienen un radio de acción igualmente limitado. El peligro real está en nuestros propios móviles que tienen que emitir radiaciones con potencia suficiente paraalcanzar las antenas, y cuando los usamos, los situamos sobre los oídos, muy cerca del cerebro (recordar la ley de Keppler) pudiendo, si lo usamos mucho tiempo continuado, producir aumentos de temperatura que podrían ser dañinos (especialmente para los niños que tienen su cerebro en desarrollo, por lo que en algunos países prohíben o limitan su uso en edad infantil). En adultos se recomienda no usarlos por tiempos prolongados continuos (10 o 15 minutos máximo) y esperar un pequeño intervalo de tiempo entre llamadas para dar lugar a que se disipe el calor acumulado si ha tenido lugar.

Respecto al nivel de radiación ambiental producida por los móviles, en las zonas próximas a las antenas (que es donde más nivel de radiación hay), en la actualidad, es del orden de 100 y 1000 veces inferior a los limites legalmente establecidos y antes referidos; con la llegada de nuevas tecnologías en telecomunicaciones (ej. 5G), y el previsible aumento del uso de transmisiones electromagnéticas, podrían aumentar estos niveles, pero el margen, como se ha indicado, es grande como para ser preocupante su uso. Respecto a la tecnología de Móviles de quinta generación (5G) habría que indicar a su favor que la mayor velocidad de transmisión de datos lo consiguen utilizando radiaciones direccionales de mayor frecuencia emitiendo toda la información a través de un haz muy estrecho (como si fuera un rayo) que se dirige directamente a la posición del usuario y varia su dirección con la posición del mismo. Esto lo que produce es que en el usuario se concentre la radiación y reste radiación del ambiente y por tanto del resto de personas que no lo estén utilizando. Se prevé que esta tecnología convivirá con la actual (4G) que se utilizará como hasta ahora, y se reservará la 5G para aquellas situaciones que requieran gran velocidad y flujo de datos.

Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible impacto sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de 2020, la OMS concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de manifiesto que la implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022 se espera la publicación de un nuevo informe sobre los efectos de la exposición aestas radiofrecuencias.   

Otras radiaciones que se pueden recibir en nuestro día a día, incluido nuestro Hogar son radiaciones de muy baja frecuencia (50-60 Hz) y potencia que producen por ejemplo cuadros eléctricos de baja y media tensión, aparatos electrónicos en general como ordenadores, aparatos de radio y televisión (receptores) etc, y aparatos eléctricos convencionales en general que utilicen bajas tensiones (y no estén diseñados para emitir Ondas de Radiofrecuencia o de otro tipo). Estos aparatos convencionales, no emiten ondas electromagnéticas de potencia y energía suficiente como para alterar la salud de las personas del entorno y por ello no presentan riesgo alguno para la población en general. Los riesgos que presentan son los inherentes a su naturaleza eléctrica(riesgo de electrocución si se manipulan indebidamente) y no a la emisión de radiaciones perjudiciales para la salud.

Con respecto a la colocación de ionizadores, captus… que se venden como medida preventiva para atraer a las radiaciones, se trata de Placebos, o un timo bienintencionado en el mejor de los casos y que no sirve para nada. No existe ningún aparato u objeto que atraiga a las radiaciones electromagnéticas ya que, estas se propagan en línea recta, y no tienen carga eléctrica; y la única forma de evitarlas es aumentando la distancia al foco emisor o poniendo pantallas adecuadas (blindajes, jaulas de Faraday…), que absorban o reflejen las radiaciones y no nos lleguen a nosotros, si nos situamos tras ellas.  

Otras Ondas electromagnéticas a las que nos podemos ver expuestos ocasionalmente son las líneas de “alta tensión”, que son de muy baja frecuencia (50-60 Hz) pero de extremadamente alta potencia que producen en sus inmediaciones campos eléctricos y magnéticos muy intensos, son las líneas de transmisión eléctrica de 100.000 a 400.00 Voltios, y que transportan la energía eléctrica masivamente a nuestras ciudades, y que las vemos,  soportadas por altos postes, por los campos y montes de nuestra geografía. Está científicamente demostrado,mediante estudios epidemiológicos, que las personas que viven en casas situadas bajo estas líneas de alta tensión o muy próximas a ellas (menos de 30 o 50 metros) tienen un índice de incidencia de algunos tipos de cáncer, superior a la incidencia del resto de la población.  Por ello está prohibido construir casas en las proximidades de estas líneas. Pero si tenemos que transitar ocasional y brevemente por debajo de ellas, está demostrado por estos mismos estudios epidemiológicos que no hay riesgo para nuestra salud, que no sea el derivado de electrocución si nos acercamos mucho a los cables (solo se ha puesto de manifiesto este incremento de cánceres en personas expuestas a estos “potentes” campos electromagnéticos durante prolongados periodos de tiempo).

Otros aparatos que producen radiaciones electromagnéticas y que usamos en el hogar son electrodomésticos de uso diario como Hornos Microondas, Placas de Inducción… Respecto a las primeras (microondas) emiten ondas de frecuencia del orden de las micras (micrómetros) como las que se usan en algunas telecomunicaciones (radiofrecuencias elevadas como las usadas en 5G ya comentadas), o para la detección de objetos en movimiento el común mente conocido como Radar, pero en nuestro caso (hornos) usadas con niveles de potencia elevada “Térmicos” que es lo que produce el calentamiento de la comida. Estos aparatos producen estas ondas en su interior y se absorben en los alimentos, no pudiendo salir al exterior del aparato por estar apantallados por Barreras denominadas “Jaulas de Faraday” que impiden su salida al exterior.  Por ello, y por los mecanismos de seguridad que poseen y que cortan la producción de microondas, para que no salgan al exterior, si se abre la puerta, es por lo que no son peligrosos para las personas y se pueden utilizar con absoluta tranquilidad,  y además , no emiten ningún tipo de onda o radiación al exterior, que no sean las convencionales de cualquier otro electrodoméstico (si se escaparan ondas al exterior lo notaríamos porque al acercar las manos al horno notaríamos que nos quemamos).

Respecto a las placas de inducción, se trata de aparatos que mediante circuitos resonantes de bajas frecuencias (en torno a 100 Hz) producen potentes campos magnéticos variables que inducen micro-corrientes eléctricas en el interior de materiales férricos (cacerolas… en este caso) que se encuentren en su seno cediéndole su energía y aumentando la temperatura del mismo. Estos aparatos si les falta el material férrico (retirar la cacerola…) cortan el circuito resonante y cesa la producción de energía, por lo que no emiten radiaciones para las personas en ningún caso.

Respecto a la Radiación solar y cósmica, aunque se trata de una radiación natural, necesaria e imprescindible para la vida, es también una fuente de Radiación de la que, como todo el mundo sabe, hay que protegerse en situaciones extremas (como puede ser en verano o en las altas montañas nevadas etc…). Esta radiación contiene un amplio espectro de radiaciones diferentes y no es solo la luz visible, también forman parte de ellas gran parte del espectro de las radiaciones, aunque está fuertemente filtrada por la atmósfera. Desde el punto de vista de riesgo para la salud humana a nivel del suelo es la radiación ultravioleta la más importante o trascendente y la trataremos a continuación. 

Radiación UV como se ha dicho forma parte de la radiación solar y cósmica pero también la usamos con fines cosméticos (bronceado UVA) y otras aplicaciones minoritarias.

La radiación Ultravioleta se clasifica en tres franjas del espectro: UVA (315-400 nm), UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm). De ellos solo nos llega el UVA, el UVB solo llega un 10% y el UVC no llega, porque lo absorbe la capa de Ozono atmosférica. De ellos el UVA tiene algunos efectos beneficiosos como la Absorción de vitamina D y estéticamente facilita el bronceado pero también presenta riesgos como es que afectan a las fibras elásticas de la piel provocando falta de elasticidad y envejecimiento prematuro, y lesiones precancerosas e incluso tomado en grandes cantidades puede ser tan peligroso como el Ultravioleta B que provoca quemaduras, conjuntivitis, eritema cutáneo, envejece la piel, y es factor preponderante para el cáncer de piel. Siendo el UVC el más peligroso, es Germicida y cancerígeno (dímeros de Timina).

Para evitar estos efectos, hay que tomar medidas de prevención como:

• Exponerse lo menos posible a ellos (factor tiempo)

• Usar pantallas anti-UV (Especialmente UVB).

• No exponerse directamente al sol entre las 11 y las 16 horas.

• Usar algún bloqueador o bronceador, y repetir la aplicación cada 2 horas (agricultores, pescadores, mineros, albañiles, soldadores, etc. en función de su ubicación geográfica).

 

CONSIDERACIONES SOBRE LAS CABINAS DE RAYOS UVA:

No son inofensivas, en teoría, estas máquinas tienen potentes filtros que eliminan las radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo dejan pasar las del tipo A (de ahí el nombre de rayos UVA), responsables del bronceado rápido. Pero esto no es del todo cierto: aunque los rayos UVB son más peligrosos, los UVA tampoco son inocuos, ya que afectan a las fibras elásticas de la piel, su acumulación produce envejecimiento a largo plazo y lesiones precancerosas.
Por ello, antes de darte rayos UVA, o si ya lo haces, debes asegurarte de que la máquina está en perfectas condiciones y se le realiza un mantenimiento adecuado; no dudes en preguntar al responsable del centro. En cualquier instalación que tenga una máquina de rayos UVA deberían saber informarte sobre los beneficios, posibles riesgos, tiempo límite de exposición, periodicidad y, sobre todo, si según tu fototipo de piel puedes dártelos. Además, deben disponer de gafas homologadas.

No obstante recientemente la OMS ha recomendado no exponerse a esta Radiación (UVA).

Otras radiaciones menos frecuentes en el uso diario, aunque son las más peligrosas, son las llamadas Radiaciones Ionizantes. Estas radiaciones son radiaciones de alta energía fotónica e ionizantes y cuando chocan con las moléculas que componen de nuestro cuerpo pueden producir ionizaciones (alteraciones eléctricas a nivel atómico) y romperlas, y si estas moléculas con las que chocan son el ADN (nuestro material genético) pueden producir mutaciones y cáncer, y por ello son muy peligrosas y cancerígenas, y debemos evitarlas siempre que podamos.

Estas radiaciones, las hay de distinta naturaleza, unas son electromagnéticas de muy alta frecuencia como son los Rayos X y la radiación Gamma, que poseen una alta capacidad de penetración en los cuerpos, y otras, sin embargo, son de naturaleza corpuscular másica como son la radiación alfa y beta y que en este caso tienen carga eléctrica y por ello ceden su energía rápidamente, en su entorno más próximo, al interaccionar con los cuerpos, siendo por ello tremendamente ionizantes y de muy corto alcance. Estas características modulan su uso, los riesgos, y los métodos de protegernos frente a ellas.

En nuestra vida cotidiana podemos encontrar estas radiaciones ionizantes, además de en el medio ambiente, en aparatos y objetos diversos como:

  • Detectores iónicos de humos son pequeños detectores de incendios que todos hemos visto en techos consistentes en una pequeña cajita de forma redondeada y que en su interior contienen una fuente radiactiva emisor alfa que ioniza ese aire interior de la cajita (detector). Cuando hay humo, este humo penetra en el interior del detector y altera el estado iónico del mismo, lo que produce una señal eléctrica que activa la alarma contra incendios. Estos detectores no emiten radiación ninguna al exterior ya que como hemos referido la radiación alfa tiene muy corto alcance (unos milímetros en aire) su actividad es muy pequeña (emite muy pocos rayos) y por lo tanto no afecta a las personas, a menos que se abra el detector y se extraiga el material radiactivo (cosa difícil de hacer) por ello estos detectores, al final de su vida útil, no deben tirarse a la basura, si no que los debe retirar una empresa autorizada para su reciclaje y desecho controlado como material radiactivo (aunque sea muy poco radiactivo).
  • Otra utilización que se ha hecho de estos emisores de radiaciones ionizantes son los pararrayos radiactivos. Estos pararrayos, al igual que los detectores de humos, poseen en su extremo material radiactivo emisor Alfa, de baja actividad y muy corto alcance por lo que no presenta riesgo de irradiación alguno para las personas, a menos que se toque la punta con las manos. Estos pararrayos están PROHIBIDOS en España desde 1988, no por que represente riesgo de irradiación para las personas, sino por la posibilidad de fusión del material radiactivo al caerle un rayo con la consiguiente dispersión de material radiactivo (amen del riesgo, por ignorancia, de no tratarlo como residuo radiactivo cuando se desmantelen).
  • Camisas de lámparas luminosas de Camping Gas. Estas camisas contienen también emisores alfa, que ayudan a aumentar la luminosidad de las mismas, y en contienen actividades (cantidad de radiactividad) mayores incluso que los propios detectores de humos. 
  • Otras muchas aplicaciones tienen las radiaciones ionizantes en la industria (se utilizan para esterilización de alimentos, radiografiar soldaduras, estructuras de edificios…) pero que no son de utilización por el gran público y no es frecuente que nos expongamos a sus riesgos por este motivo, aunque si los trabajadores que las utilizan y que deben estar formados para ello y para no poner en riesgo a los demás.
  • La atmosfera es un escudo protector que nos defiende de la Radiación cósmica pero podemos disminuir esta protección natural si eludimos parte de la atmósfera volando a 10.000 u 12.000 metros de altura en un avión. En ese caso recibimos dosis de radiación cósmica adicionales que para los pasajeros pueden ser poco trascendentes por el poco tiempo de exposición, pero no así para la tripulación de los aviones que están continuamente expuesta a ella día tras día y es uno de los riesgos laborales de estos trabajadores.
  • Por último, indicar que todos estamos expuestos a estas radiaciones ionizantes que existen en el medio ambiente, son Rayos X, Gamma, Alfa, Beta,… (se incluye la radiación emitida por el Radon-222 naturaly sus descendientes al que le debemos el mayor porcentaje de dosis que recibimos > 40%) son radiaciones procedentes del cosmos y de la propia tierra que los emite, es la llamada Radiactividad natural. El nivel de dosis de esta radiación natural que recibimos a lo largo del año es variable en función de la zona del mundo donde nos encontremos y va desde los 2 mSv/año* (en zonas como Granada) hasta los 7 e incluso 9 mSv/año y más en zonas de la tierra como Cornualles (Reino Unido). A esta Radiación natural hay que añadir la radiación adicionada por el hombre al medio ambiente procedente de Explosiones Nucleares (Hiroshima, Nagasaki, explosiones atómicas experimentales ambientales en los años 40, 50 y 60 del siglo XX en el desierto de Arizona, en el atolón de Mururoa (polinesia francesa) en desiertos Rusos…), así como accidentes Nucleares como el de Chernovil (Ucrania) que soltó una nube radiactiva que inundó Europa… han provocado el llamado Fallout Radiactivo que es un incremento de la radiactividad ambiental en más de 1 mSv/año que se ha producido desde comienzos del siglo XX por causas humanas y que hay que añadir a la Radiactividad natural preexistente. Hay que recordar que estas radiaciones son muy Cancerígenas y por tanto dañinas para la humanidad y que todos estamos expuestos a ellas.

*mSv unidad de dosis de radiación relacionada con el riesgo biológico. Para hacernos una idea del riesgo cuando nos hacemos una radiografía recibimos una dosis media comprendida entre 2 y 20 mSv (según el tipo de Radiografía y si es un TC puede llegar a ser incluso más), y se calcula que de cada 10.000 personas que recibieran una dosis anual de 20 mSv/año una de ellas estadísticamente contraería un cáncer u efecto grave radioinducido para su salud a lo largo de su vida.

Respecto a las Radiaciones por motivos Médicos, a las que todos estamos expuestos en algún momento de nuestra vida, habría que indicar lo siguiente:

  • Radiaciones utilizadas en Rehabilitación Médica: radiaciones de baja frecuencia (Radiofrecuencias y microondas) que se utilizan con potencias térmicas y producen en general calentamiento de tejidos, aumento de la actividad metabólica y rápida reparación de tejidos dañados

También se utiliza Magnetoterapia que no son radiaciones electromagnéticas sino exposición a campos magnéticos estáticos o cuasi estáticos.

Este tipo de Radiación (no ionizante) usada a niveles térmicos, no es Peligrosa para nuestra salud si es administrada y controlada convenientemente por un especialista (Fisioterapeuta).

  • Radiación X recibida en radiografías es radiación ionizante y cancerígena generalmente empleada con la menor dosis al paciente compatible con un buen diagnóstico (optimizada) y es peligrosa por ello ya que se somete a un riesgo mayor o menor en función de la dosis recibida, pero ese riesgo es compensado por un proceso que debe realizar el médico en el que sopese el riesgo derivado de hacer la radiografía frente al beneficio que supone hacer un buen diagnóstico y poder poner un tratamiento adecuado a su dolencia. Es el proceso que se denomina JUSTIFICACIÓN. (las dosis de radiación recibidas y el nivel de riesgo asociado en radiodiagnóstico se ha expresado en el apartado anterior)
  • Más raro, pero también posible que en nuestra vida podamos necesitar someternos a pruebas diagnósticas de Medicina Nuclear. Estas pruebasse realizan suministrándole al paciente un isótopo radiactivo (átomo emisor de radiactividad) que se va a unir o distribuir por un órgano u órganos, lo que va a permitir mediante su adecuada detección una imagen del órgano y de su función que es de extraordinaria utilidad clínica para evaluar distintas patologías. Desde el punto de vista de riesgo para la salud del paciente solo indicar que ese material radiactivo que se suministra al paciente (mediante inyección, oralmente u otra vía…) hace que el paciente se vuelva radiactivo y al contrario que en rayos X (que la radiación atraviesa al paciente) en este caso la radiación la emite el propio paciente y queda radiactivo, pero los isótopos empleados en medicina nuclear son isótopos radiactivos de muy corta vida (Ej.: T1/2 de TC-99m = 6 horas) con lo cual pasado un tiempo el paciente queda libre de Radiación, (y durante ese tiempo de decay  el paciente debe cuidar no irradiar mucho a otras personas (no acercarse, no estar mucho tiempo..)), en la práctica y en el caso del TC-99m al cabo de dos o tres horas el paciente puede hacer una vida normal. Respecto a la dosis total de radiación recibida por el paciente en una exploración media de Medicina Nuclear, y debido que la cantidad de radiación que recibe es mucho menor que en una exploración de Rayos X, pero esta mucho más tiempo expuesto a ella (hasta que decaiga la radiación), y por eso esa dosis total recibida es similar a la recibida al realizarse una exploración de Rayos X media convencional y por lo tanto el nivel de riesgo es similar. No obstante, esto indicado es orientativo, y muy variable dependiendo del tipo de exploración. 
  • En el caso de las radiaciones que reciben los enfermos sometidos a Radioterapia, solamente indicar que son radiaciones ionizantes impartidas a intensidades enormes, que provocan la muerte de las células sobre las que se absorben por destrucción molecular masiva. Las dosis que reciben estas personas en sus tumores son del orden de magnitud de las que se pueden recibir en las proximidades de una explosión nuclear con la salvedad de que en el caso de la explosión nuclear afectan al cuerpo entero mientras que en el caso de la radioterapia se dan de forma controlada y el arte de la radioterapia consiste precisamente en dar esas dosis masivasa las células tumorales (para matarlas) y respetar las células de tejidos colindantes. Efectivamente esto no se consigue al 100% y estas personas reciben daños secundarios en tejidos próximos al tumor como quemaduras y otros amen de aumentar enormemente la probabilidad de desarrollar un cáncer en el futuro en las zonas afectadas. Pero en este caso se comprende, más que en ningún otro caso, que está justificado el riesgo al que se le somete ya que el beneficio para el paciente es superior al riesgo al que se somete, porque el tumor ya lo tiene previamente y el quitárselo, o contribuir na ello con la radioterapia, puede suponer salvarle la vida.
  • En el caso de las Exploraciones de Resonancia Magnética Nuclear al paciente se le somete a potentes campos magnéticos a niveles que son inocuos para su salud y simultáneamente se le somete a niveles sub-térmicos de radiofrecuencias que son, como hemos dicho,radiaciones no ionizantes inocuas también a estos niveles. Por ello no son nocivas para la salud del paciente estas exploraciones.

Dr. Juan Villalba Moreno. 

Profesor Titular de Radiología (área Física Médica).

Experto en Protección Radiológica por la Universidad Complutense de Madrid y por el CIEMAT.

Jefe de Protección Radiológica por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Director del Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada.

 

RADIACIONES CON LAS QUE CONVIVIMOS YSALUD

Antes de entrar en evaluar los riesgos, que para nuestra salud se derivan, de la exposición a distintos tipos de Radiaciones a que nos vemos expuestos en nuestro quehacer diario, hemos de hacer antes una reflexión acerca de las radiaciones y el medio ambiente. 

Las radiaciones son una forma de propagación de energía que agrupa varios tipos de fenómenos que tienen propiedades diferentes, y por lo tanto ejercen diferentes efectos cuando interaccionan con los medios materiales.  Existen muchos tipos de radiaciones y todas ellas forman parte de la naturaleza, como lo forma la materia, el agua o el aire, etc, y por ello están presentes en todo momento en nuestro entorno. Las radiaciones nos rodean por todas partes y proceden de la tierra, del sol, del cosmos y en general de cualquier cuerpo que esté a una temperatura superior a -273ºC (0ºK) (nosotros mismos emitimos continuamente radiación electromagnética perteneciente al espectro infrarrojo), y tienen como denominador común que son invisibles y solo una porción muy pequeña de ellas las podemos detectar directamente con nuestros sentidos, es la Luz visible, y al igual que es incuestionable que nos es utilísima y la necesitamos para nuestra vida, también lo es que,  tomada en exceso esta radiación (luz visible) también puede ser perjudicial para nuestra salud (pensad que pasa si se toma en exceso el sol en la playa en el mes de agosto sin protección...).  Análogamente todas las radiaciones naturales que nos rodean, y que están en muy bajo nivel en nuestro medio ambiente, aunque nosotros no las detectemos con nuestros sentidos, el cuerpo humano está adaptado a ellas (incluidas las peligrosas ionizantes) e incluso algunas de ellas nos son imprescindibles para el desarrollo de nuestra vida (pensad en el papel fotoquímico de la radiación ultravioleta para la formación de la vitamina D). El problema se presenta cuando artificialmente aumentamos y alteramos los niveles de radiación ambiental, con alguno de los tipos de radiación existentes, por encima de ciertos valores, y es entonces cuando pueden ocurrir o aumentar los posibles efectos nocivos para nuestra salud.

Hechas estas reflexiones, repasemos cuales pueden ser esas radiaciones artificialmente emitidas con las que convivimos en nuestro día a día en nuestra sociedad actual.

Las radiaciones más frecuentes a las que nos exponemos diariamente son las ondas electromagnéticas de baja frecuencia que pertenecen al tipo de radiación denominado Radiación no ionizante, son las radiaciones electromagnéticas de menor energía fotónica, con las que convivimos diariamente, que son producidas artificialmente, y que se suman a las ya existentes del mismo tipo en el ambiente natural, son las llamadas Ondas de Radiofrecuencia. Estas ondas se emplean para la telefonía móvil, para las emisiones de radio y televisión, pero también las producimos en nuestro propio hogar einundan nuestra casa como las emisiones Wifi, bluetooth, etc.

El riesgo, que para la salud representan estas radiaciones, ha sido muy estudiado a nivel científico y hay miles de artículos científicos (de laboratorio y epidemiológicos) dedicados a ellas. Está científicamente aceptado que los únicos efectos demostrados, y que pueden ser perjudiciales para la salud, son sus efecto de origen TÉRMICO, estos efectos son dependientes de la cantidad de radiación recibida, y por ello las medidas de protección pasan por no exponerse a estas radiaciones por encima de ciertos niveles que se ha demostrado que pueden llegar a producir elevaciones de temperatura que den lugar a efectos biológicos de origen térmicoapreciables  (abalado por  publicaciones y recomendaciones como: “Los campos electromagnéticos y la salud pública: estaciones de base y tecnologías inalámbricas”, OMS 2006). Las normas y recomendaciones internacionales indican que estos límites sean entre 10 y 100 veces inferiores a los límites correspondientes que se ha demostrado experimentalmente que pueden producir alteraciones biológicas, y así lo recoge la Legislación Española (Real Decreto 1066/2001, de 28-09-2001). No obstante, a pesar de las evidencias epidemiológicas, en el mundo científico se siguen haciendo estudios de laboratorio para averiguar si a niveles subtérmicos se pudieran conseguir alteraciones moleculares que puedan inducir algún tipo de efecto biológico. En este sentido hay que estar siempre atentos a lo que las autoridades en la materia nos puedan indicar en el futuro (en especial la OMS).

A pesar de bulos y creencias, difundidas periodísticamente y en redes sociales, basadas en creencias no contrastadas, sin base científica real, que adjudican a estas radiaciones multitud de efectos adversos (incluidos cánceres), lo cierto es que, a niveles bajos (sub-térmicos)como son los utilizados en la actualidad no hay ninguna evidencia científica que produzcan tales efectos, y lo único que se recomienda es no exponerse a estas radiaciones en demasía para estar seguro de no alcanzar los referidos límites de efectos térmicos.

Dentro de este capítulo hay que destacar algunos aspectos de la telefonía móvil, de la que hay muchas veces mucho desconocimiento. En primer lugar, pese al abundante número de antenas existentes, estas antenas no son peligrosas para la salud, ya que emiten con mucha menos potencia que las que se utilizan para Radio y TV, y las radiaciones que producen disminuyen según el cuadrado de la distancia (ley del inverso del cuadrado de la distancia o Ley de Keppler) (ej. Si nos situamos a 100 m de una antena recibiremos 10.000 veces menos radiación (100x100= 10.000) que si nos ponemos a 1 metro de ella)y se necesitan tantas antenas, porque han de recibir las ondas procedentes de nuestros teléfonos móviles (celulares) que emiten con una potencia y alcance limitado, por ello las antenas no necesitan emitir mucha potencia y tienen un radio de acción igualmente limitado. El peligro real está en nuestros propios móviles que tienen que emitir radiaciones con potencia suficiente paraalcanzar las antenas, y cuando los usamos, los situamos sobre los oídos, muy cerca del cerebro (recordar la ley de Keppler) pudiendo, si lo usamos mucho tiempo continuado, producir aumentos de temperatura que podrían ser dañinos (especialmente para los niños que tienen su cerebro en desarrollo, por lo que en algunos países prohíben o limitan su uso en edad infantil). En adultos se recomienda no usarlos por tiempos prolongados continuos (10 o 15 minutos máximo) y esperar un pequeño intervalo de tiempo entre llamadas para dar lugar a que se disipe el calor acumulado si ha tenido lugar.

Respecto al nivel de radiación ambiental producida por los móviles, en las zonas próximas a las antenas (que es donde más nivel de radiación hay), en la actualidad, es del orden de 100 y 1000 veces inferior a los limites legalmente establecidos y antes referidos; con la llegada de nuevas tecnologías en telecomunicaciones (ej. 5G), y el previsible aumento del uso de transmisiones electromagnéticas, podrían aumentar estos niveles, pero el margen, como se ha indicado, es grande como para ser preocupante su uso. Respecto a la tecnología de Móviles de quinta generación (5G) habría que indicar a su favor que la mayor velocidad de transmisión de datos lo consiguen utilizando radiaciones direccionales de mayor frecuencia emitiendo toda la información a través de un haz muy estrecho (como si fuera un rayo) que se dirige directamente a la posición del usuario y varia su dirección con la posición del mismo. Esto lo que produce es que en el usuario se concentre la radiación y reste radiación del ambiente y por tanto del resto de personas que no lo estén utilizando. Se prevé que esta tecnología convivirá con la actual (4G) que se utilizará como hasta ahora, y se reservará la 5G para aquellas situaciones que requieran gran velocidad y flujo de datos.

Hasta la fecha, numerosas investigaciones están valorando el previsible impacto sobre la salud del aumento de potencia asociada al 5G. En febrero de 2020, la OMS concluyó que actualmente no existen evidencias que pongan de manifiesto que la implementación con 5G sea un riesgo para la salud. En 2022 se espera la publicación de un nuevo informe sobre los efectos de la exposición aestas radiofrecuencias.   

Otras radiaciones que se pueden recibir en nuestro día a día, incluido nuestro Hogar son radiaciones de muy baja frecuencia (50-60 Hz) y potencia que producen por ejemplo cuadros eléctricos de baja y media tensión, aparatos electrónicos en general como ordenadores, aparatos de radio y televisión (receptores) etc, y aparatos eléctricos convencionales en general que utilicen bajas tensiones (y no estén diseñados para emitir Ondas de Radiofrecuencia o de otro tipo). Estos aparatos convencionales, no emiten ondas electromagnéticas de potencia y energía suficiente como para alterar la salud de las personas del entorno y por ello no presentan riesgo alguno para la población en general. Los riesgos que presentan son los inherentes a su naturaleza eléctrica(riesgo de electrocución si se manipulan indebidamente) y no a la emisión de radiaciones perjudiciales para la salud.

Con respecto a la colocación de ionizadores, captus… que se venden como medida preventiva para atraer a las radiaciones, se trata de Placebos, o un timo bienintencionado en el mejor de los casos y que no sirve para nada. No existe ningún aparato u objeto que atraiga a las radiaciones electromagnéticas ya que, estas se propagan en línea recta, y no tienen carga eléctrica; y la única forma de evitarlas es aumentando la distancia al foco emisor o poniendo pantallas adecuadas (blindajes, jaulas de Faraday…), que absorban o reflejen las radiaciones y no nos lleguen a nosotros, si nos situamos tras ellas.  

Otras Ondas electromagnéticas a las que nos podemos ver expuestos ocasionalmente son las líneas de “alta tensión”, que son de muy baja frecuencia (50-60 Hz) pero de extremadamente alta potencia que producen en sus inmediaciones campos eléctricos y magnéticos muy intensos, son las líneas de transmisión eléctrica de 100.000 a 400.00 Voltios, y que transportan la energía eléctrica masivamente a nuestras ciudades, y que las vemos,  soportadas por altos postes, por los campos y montes de nuestra geografía. Está científicamente demostrado,mediante estudios epidemiológicos, que las personas que viven en casas situadas bajo estas líneas de alta tensión o muy próximas a ellas (menos de 30 o 50 metros) tienen un índice de incidencia de algunos tipos de cáncer, superior a la incidencia del resto de la población.  Por ello está prohibido construir casas en las proximidades de estas líneas. Pero si tenemos que transitar ocasional y brevemente por debajo de ellas, está demostrado por estos mismos estudios epidemiológicos que no hay riesgo para nuestra salud, que no sea el derivado de electrocución si nos acercamos mucho a los cables (solo se ha puesto de manifiesto este incremento de cánceres en personas expuestas a estos “potentes” campos electromagnéticos durante prolongados periodos de tiempo).

Otros aparatos que producen radiaciones electromagnéticas y que usamos en el hogar son electrodomésticos de uso diario como Hornos Microondas, Placas de Inducción… Respecto a las primeras (microondas) emiten ondas de frecuencia del orden de las micras (micrómetros) como las que se usan en algunas telecomunicaciones (radiofrecuencias elevadas como las usadas en 5G ya comentadas), o para la detección de objetos en movimiento el común mente conocido como Radar, pero en nuestro caso (hornos) usadas con niveles de potencia elevada “Térmicos” que es lo que produce el calentamiento de la comida. Estos aparatos producen estas ondas en su interior y se absorben en los alimentos, no pudiendo salir al exterior del aparato por estar apantallados por Barreras denominadas “Jaulas de Faraday” que impiden su salida al exterior.  Por ello, y por los mecanismos de seguridad que poseen y que cortan la producción de microondas, para que no salgan al exterior, si se abre la puerta, es por lo que no son peligrosos para las personas y se pueden utilizar con absoluta tranquilidad,  y además , no emiten ningún tipo de onda o radiación al exterior, que no sean las convencionales de cualquier otro electrodoméstico (si se escaparan ondas al exterior lo notaríamos porque al acercar las manos al horno notaríamos que nos quemamos).

Respecto a las placas de inducción, se trata de aparatos que mediante circuitos resonantes de bajas frecuencias (en torno a 100 Hz) producen potentes campos magnéticos variables que inducen micro-corrientes eléctricas en el interior de materiales férricos (cacerolas… en este caso) que se encuentren en su seno cediéndole su energía y aumentando la temperatura del mismo. Estos aparatos si les falta el material férrico (retirar la cacerola…) cortan el circuito resonante y cesa la producción de energía, por lo que no emiten radiaciones para las personas en ningún caso.

Respecto a la Radiación solar y cósmica, aunque se trata de una radiación natural, necesaria e imprescindible para la vida, es también una fuente de Radiación de la que, como todo el mundo sabe, hay que protegerse en situaciones extremas (como puede ser en verano o en las altas montañas nevadas etc…). Esta radiación contiene un amplio espectro de radiaciones diferentes y no es solo la luz visible, también forman parte de ellas gran parte del espectro de las radiaciones, aunque está fuertemente filtrada por la atmósfera. Desde el punto de vista de riesgo para la salud humana a nivel del suelo es la radiación ultravioleta la más importante o trascendente y la trataremos a continuación. 

Radiación UV como se ha dicho forma parte de la radiación solar y cósmica pero también la usamos con fines cosméticos (bronceado UVA) y otras aplicaciones minoritarias.

La radiación Ultravioleta se clasifica en tres franjas del espectro: UVA (315-400 nm), UVB (280-315 nm) y UVC (100-280 nm). De ellos solo nos llega el UVA, el UVB solo llega un 10% y el UVC no llega, porque lo absorbe la capa de Ozono atmosférica. De ellos el UVA tiene algunos efectos beneficiosos como la Absorción de vitamina D y estéticamente facilita el bronceado pero también presenta riesgos como es que afectan a las fibras elásticas de la piel provocando falta de elasticidad y envejecimiento prematuro, y lesiones precancerosas e incluso tomado en grandes cantidades puede ser tan peligroso como el Ultravioleta B que provoca quemaduras, conjuntivitis, eritema cutáneo, envejece la piel, y es factor preponderante para el cáncer de piel. Siendo el UVC el más peligroso, es Germicida y cancerígeno (dímeros de Timina).

Para evitar estos efectos, hay que tomar medidas de prevención como:

  •  Exponerse lo menos posible a ellos (factor tiempo)
  • Usar pantallas anti-UV (Especialmente UVB).
  • No exponerse directamente al sol entre las 11 y las 16 horas.
  • Usar algún bloqueador o bronceador, y repetir la aplicación cada 2 horas (agricultores, pescadores, mineros, albañiles, soldadores, etc. en función de su ubicación geográfica).

CONSIDERACIONES SOBRE LAS CABINAS DE RAYOS UVA:

No son inofensivas, en teoría, estas máquinas tienen potentes filtros que eliminan las radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo dejan pasar las del tipo A (de ahí el nombre de rayos UVA), responsables del bronceado rápido. Pero esto no es del todo cierto: aunque los rayos UVB son más peligrosos, los UVA tampoco son inocuos, ya que afectan a las fibras elásticas de la piel, su acumulación produce envejecimiento a largo plazo y lesiones precancerosas.
Por ello, antes de darte rayos UVA, o si ya lo haces, debes asegurarte de que la máquina está en perfectas condiciones y se le realiza un mantenimiento adecuado; no dudes en preguntar al responsable del centro. En cualquier instalación que tenga una máquina de rayos UVA deberían saber informarte sobre los beneficios, posibles riesgos, tiempo límite de exposición, periodicidad y, sobre todo, si según tu fototipo de piel puedes dártelos. Además, deben disponer de gafas homologadas.

No obstante recientemente la OMS ha recomendado no exponerse a esta Radiación (UVA).

Otras radiaciones menos frecuentes en el uso diario, aunque son las más peligrosas, son las llamadas Radiaciones Ionizantes. Estas radiaciones son radiaciones de alta energía fotónica e ionizantes y cuando chocan con las moléculas que componen de nuestro cuerpo pueden producir ionizaciones (alteraciones eléctricas a nivel atómico) y romperlas, y si estas moléculas con las que chocan son el ADN (nuestro material genético) pueden producir mutaciones y cáncer, y por ello son muy peligrosas y cancerígenas, y debemos evitarlas siempre que podamos.

Estas radiaciones, las hay de distinta naturaleza, unas son electromagnéticas de muy alta frecuencia como son los Rayos X y la radiación Gamma, que poseen una alta capacidad de penetración en los cuerpos, y otras, sin embargo, son de naturaleza corpuscular másica como son la radiación alfa y beta y que en este caso tienen carga eléctrica y por ello ceden su energía rápidamente, en su entorno más próximo, al interaccionar con los cuerpos, siendo por ello tremendamente ionizantes y de muy corto alcance. Estas características modulan su uso, los riesgos, y los métodos de protegernos frente a ellas.

En nuestra vida cotidiana podemos encontrar estas radiaciones ionizantes, además de en el medio ambiente, en aparatos y objetos diversos como:

  • Detectores iónicos de humos son pequeños detectores de incendios que todos hemos visto en techos consistentes en una pequeña cajita de forma redondeada y que en su interior contienen una fuente radiactiva emisor alfa que ioniza ese aire interior de la cajita (detector). Cuando hay humo, este humo penetra en el interior del detector y altera el estado iónico del mismo, lo que produce una señal eléctrica que activa la alarma contra incendios. Estos detectores no emiten radiación ninguna al exterior ya que como hemos referido la radiación alfa tiene muy corto alcance (unos milímetros en aire) su actividad es muy pequeña (emite muy pocos rayos) y por lo tanto no afecta a las personas, a menos que se abra el detector y se extraiga el material radiactivo (cosa difícil de hacer) por ello estos detectores, al final de su vida útil, no deben tirarse a la basura, si no que los debe retirar una empresa autorizada para su reciclaje y desecho controlado como material radiactivo (aunque sea muy poco radiactivo).
  • Otra utilización que se ha hecho de estos emisores de radiaciones ionizantes son los pararrayos radiactivos. Estos pararrayos, al igual que los detectores de humos, poseen en su extremo material radiactivo emisor Alfa, de baja actividad y muy corto alcance por lo que no presenta riesgo de irradiación alguno para las personas, a menos que se toque la punta con las manos. Estos pararrayos están PROHIBIDOS en España desde 1988, no por que represente riesgo de irradiación para las personas, sino por la posibilidad de fusión del material radiactivo al caerle un rayo con la consiguiente dispersión de material radiactivo (amen del riesgo, por ignorancia, de no tratarlo como residuo radiactivo cuando se desmantelen).
  • Camisas de lámparas luminosas de Camping Gas. Estas camisas contienen también emisores alfa, que ayudan a aumentar la luminosidad de las mismas, y en contienen actividades (cantidad de radiactividad) mayores incluso que los propios detectores de humos. 
  • Otras muchas aplicaciones tienen las radiaciones ionizantes en la industria (se utilizan para esterilización de alimentos, radiografiar soldaduras, estructuras de edificios…) pero que no son de utilización por el gran público y no es frecuente que nos expongamos a sus riesgos por este motivo, aunque si los trabajadores que las utilizan y que deben estar formados para ello y para no poner en riesgo a los demás.
  • La atmósfera es un escudo protector que nos defiende de la Radiación cósmica pero podemos disminuir esta protección natural si eludimos parte de la atmósfera volando a 10.000 u 12.000 metros de altura en un avión. En ese caso recibimos dosis de radiación cósmica adicionales que para los pasajeros pueden ser poco trascendentes por el poco tiempo de exposición, pero no así para la tripulación de los aviones que están continuamente expuesta a ella día tras día y es uno de los riesgos laborales de estos trabajadores.
  • Por último, indicar que todos estamos expuestos a estas radiaciones ionizantes que existen en el medio ambiente, son Rayos X, Gamma, Alfa, Beta,… (se incluye la radiación emitida por el Radon-222 naturaly sus descendientes al que le debemos el mayor porcentaje de dosis que recibimos > 40%) son radiaciones procedentes del cosmos y de la propia tierra que los emite, es la llamada Radiactividad natural. El nivel de dosis de esta radiación natural que recibimos a lo largo del año es variable en función de la zona del mundo donde nos encontremos y va desde los 2 mSv/año* (en zonas como Granada) hasta los 7 e incluso 9 mSv/año y más en zonas de la tierra como Cornualles (Reino Unido). A esta Radiación natural hay que añadir la radiación adicionada por el hombre al medio ambiente procedente de Explosiones Nucleares (Hiroshima, Nagasaki, explosiones atómicas experimentales ambientales en los años 40, 50 y 60 del siglo XX en el desierto de Arizona, en el atolón de Mururoa (polinesia francesa) en desiertos Rusos…), así como accidentes Nucleares como el de Chernovil (Ucrania) que soltó una nube radiactiva que inundó Europa… han provocado el llamado Fallout Radiactivo que es un incremento de la radiactividad ambiental en más de 1 mSv/año que se ha producido desde comienzos del siglo XX por causas humanas y que hay que añadir a la Radiactividad natural preexistente. Hay que recordar que estas radiaciones son muy Cancerígenas y por tanto dañinas para la humanidad y que todos estamos expuestos a ellas.

*mSv unidad de dosis de radiación relacionada con el riesgo biológico. Para hacernos una idea del riesgo cuando nos hacemos una radiografía recibimos una dosis media comprendida entre 2 y 20 mSv (según el tipo de Radiografía y si es un TC puede llegar a ser incluso más), y se calcula que de cada 10.000 personas que recibieran una dosis anual de 20 mSv/año una de ellas estadísticamente contraería un cáncer u efecto grave radioinducido para su salud a lo largo de su vida.

Respecto a las Radiaciones por motivos Médicos, a las que todos estamos expuestos en algún momento de nuestra vida, habría que indicar lo siguiente:

• Radiaciones utilizadas en Rehabilitación Médica:

Son radiaciones de baja frecuencia (Radiofrecuencias y microondas) que se utilizan con potencias térmicas y producen en general calentamiento de tejidos, aumento de la actividad metabólica y rápida reparación de tejidos dañados

También se utiliza Magnetoterapia que no son radiaciones electromagnéticas sino exposición a campos magnéticos estáticos o cuasi estáticos.

Este tipo de Radiación (no ionizante) usada a niveles térmicos, no es Peligrosa para nuestra salud si es administrada y controlada convenientemente por un especialista (Fisioterapeuta).

• Radiación X recibida en radiografías es radiación ionizante y cancerígena generalmente empleada con la menor dosis al paciente compatible con un buen diagnóstico (optimizada) y es peligrosa por ello ya que se somete a un riesgo mayor o menor en función de la dosis recibida, pero ese riesgo es compensado por un proceso que debe realizar el médico en el que sopese el riesgo derivado de hacer la radiografía frente al beneficio que supone hacer un buen diagnóstico y poder poner un tratamiento adecuado a su dolencia. Es el proceso que se denomina JUSTIFICACIÓN. (las dosis de radiación recibidas y el nivel de riesgo asociado en radiodiagnóstico se ha expresado en el apartado anterior)

• Más raro, pero también posible que en nuestra vida podamos necesitar someternos a pruebas diagnósticas de Medicina Nuclear. Estas pruebasse realizan suministrándole al paciente un isótopo radiactivo (átomo emisor de radiactividad) que se va a unir o distribuir por un órgano u órganos, lo que va a permitir mediante su adecuada detección una imagen del órgano y de su función que es de extraordinaria utilidad clínica para evaluar distintas patologías. Desde el punto de vista de riesgo para la salud del paciente solo indicar que ese material radiactivo que se suministra al paciente (mediante inyección, oralmente u otra vía…) hace que el paciente se vuelva radiactivo y al contrario que en rayos X (que la radiación atraviesa al paciente) en este caso la radiación la emite el propio paciente y queda radiactivo, pero los isótopos empleados en medicina nuclear son isótopos radiactivos de muy corta vida (Ej.: T1/2 de TC-99m = 6 horas) con lo cual pasado un tiempo el paciente queda libre de Radiación, (y durante ese tiempo de decay  el paciente debe cuidar no irradiar mucho a otras personas (no acercarse, no estar mucho tiempo..)), en la práctica y en el caso del TC-99m al cabo de dos o tres horas el paciente puede hacer una vida normal. Respecto a la dosis total de radiación recibida por el paciente en una exploración media de Medicina Nuclear, y debido que la cantidad de radiación que recibe es mucho menor que en una exploración de Rayos X, pero esta mucho más tiempo expuesto a ella (hasta que decaiga la radiación), y por eso esa dosis total recibida es similar a la recibida al realizarse una exploración de Rayos X media convencional y por lo tanto el nivel de riesgo es similar. No obstante, esto indicado es orientativo, y muy variable dependiendo del tipo de exploración. 

 

• En el caso de las radiaciones que reciben los enfermos sometidos a Radioterapia, solamente indicar que son radiaciones ionizantes impartidas a intensidades enormes, que provocan la muerte de las células sobre las que se absorben por destrucción molecular masiva. Las dosis que reciben estas personas en sus tumores son del orden de magnitud de las que se pueden recibir en las proximidades de una explosión nuclear con la salvedad de que en el caso de la explosión nuclear afectan al cuerpo entero mientras que en el caso de la radioterapia se dan de forma controlada y el arte de la radioterapia consiste precisamente en dar esas dosis masivasa las células tumorales (para matarlas) y respetar las células de tejidos colindantes. Efectivamente esto no se consigue al 100% y estas personas reciben daños secundarios en tejidos próximos al tumor como quemaduras y otros amen de aumentar enormemente la probabilidad de desarrollar un cáncer en el futuro en las zonas afectadas. Pero en este caso se comprende, más que en ningún otro caso, que está justificado el riesgo al que se le somete ya que el beneficio para el paciente es superior al riesgo al que se somete, porque el tumor ya lo tiene previamente y el quitárselo, o contribuir na ello con la radioterapia, puede suponer salvarle la vida.

• En el caso de las Exploraciones de Resonancia Magnética Nuclear al paciente se le somete a potentes campos magnéticos a niveles que son inocuos para su salud y simultáneamente se le somete a niveles sub-térmicos de radiofrecuencias que son, como hemos dicho,radiaciones no ionizantes inocuas también a estos niveles. Por ello no son nocivas para la salud del paciente estas exploraciones.

 

 

 

Dr. Juan Villalba Moreno. 

Profesor Titular de Radiología (área Física Médica).

Experto en Protección Radiológica por la Universidad Complutense de Madrid y por el CIEMAT.

Jefe de Protección Radiológica por el Consejo de Seguridad Nuclear.

Director del Servicio de Protección Radiológica de la Universidad de Granada.